miércoles, 10 de junio de 2009

Facil de comer, ligero de digerir


Déjenme que hoy me acerque hasta un libro que cayó en mis manos hace algunos días para, como decía su autor, someterlo a revisión en mi blog.

“Coolhunting, el arte y la ciencia de descifrar tendencias: Conozca hoy lo que sus clientes demandarán mañana” suena a menú degustación de cualquier restaurante de nouvelle cuisine de alta gama, y he de confesar que, durante gran parte del libro tuve la sensación de encontrarme ante uno de esos “menús largo pero estrecho” que a la postre te dejan con la sensación de haber probado un sinfín de nuevas texturas y sabores pero que te acaba dejando con hambre, quizás porque ya había probado otro de los menús que Víctor A. Gil propone “Crossumer” (que nunca sabré como se pronuncia) o quizás porque me esperaba adentrarme más en el mundo del coolhunting.

No me quedé con hambre, eso he de reconocerlo, pero me quedé con la sensación de seguir queriendo más, de poder devorar otro plato, de no haber aprendido lo suficiente, de que muchos de los sabores que nos propone Víctor ya los habíamos intuido en Crossumer, y eso, lo queramos o no, da mucha rabia.

No quiero faltar a la verdad y no quiero ser injusto con el autor, el libro está bien, mucho, y muy seguramente, esa sensación de quedarte corto, la produce el hecho de que se lea tan fácil, de que no sea una de esas tesis doctorales completamente teórica a la que llaman y venden como libro. Esto es un libro de los pies a la cabeza, ameno, leible, entretenido, sencillo y divulgativo.

Si me preguntasen una frase que resumiera mi opinión sobre el libro recurriré a un amigo y diré que “Víctor A. Gil ha tenido al coolhunting contra las cuerdas, lo ha podido diseccionar, darle un croché y dejarlo K.O. pero no ha querido”, y parafraseando a Sabina añadiré que Víctor “sabe más de lo que dice, pero dice la verdad”.

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