lunes, 9 de septiembre de 2013

Promesas que no valen nada

Hace mucho, mucho tiempo que quería hablar de aquel spot de Mapfre protagonizado por Pilar Rubio y cuyo lema era "lo importante no es lo que se promete, sino lo que se cumple", un spot que siempre me resultó curioso, ya que lo de escoger como imagen de promesas cumplidas a alguien que es una "eterna promesa" me parece bastante de risa. 

Pero hoy no quiero hablar en realidad ni de Mapfre ni de Pilar Rubio, sino de olimpismo, y casi por extensión, de todos aquellos que alguna vez nos prometieron algo. 



En estos dos días, he leído que Madrid 2020 y que la marca España han fracasado como marcas. No lo creo; puede que hayamos fracasado como marca de cara al exterior, pero de puertas para adentro la gran mayoría de españoles nos habíamos convencido de que teníamos el mejor proyecto, de que eran los juegos de la austeridad, que el 80% del proyecto estaba terminado, que esta vez sí. Promesas que hoy ya no valen nada.  



Madrid 2020, como marca, hizo lo más difícil convencernos, a los madrileños, a los españoles, que ya habíamos pasado por el mismo fracaso amoroso en 2012 y en 2016, de que era diferente. Había conseguido (no hace falta más que ver como estaba la puerta de Alcalá) ilusionarnos. Tal vez por eso nos dueles más, Madrid 2020, porque más de uno nos habíamos prometido no ilusionarnos más después de Madrid 2016, promesas que no valen nada, nada, nada, nada. 


Ya lo decía yo a principios de año, el problema son las expectativas.  




Aún así, Madrid 2020 gracias. Gracias por hacernos saber que aún nos queda capacidad de sentir, por saber que podemos levantarnos después de caer una y dos veces, y porque aunque fuera por poco tiempo, fuiste capaz de ilusionarnos.




Y a mí me valió la pena.