sábado, 29 de noviembre de 2008

Agencias de medios... SÍ

Sé que ni me corresponde a mí ni tengo los galones suficientes como para entablar un debate público con alguien a quien sólo puedes admirar, sin embargo el artículo que leí el otro día en el blog de Angel Riesgo, no me puede dejar indiferente.

No me puede dejar indiferente porque no es la primera vez que a las agencias de medios no se nos considera publicitarios sino gestores, que se nos obvia en el debate del modelo de negocio, y que se piensa que sólo miramos por nuestro dinero y no por el de nuestro anunciante. Esto último no lo dice Riesgo, pero lo piensa mucha gente.

Hace algún tiempo Javier Suso, de Shackleton, comparaba la publicidad con conquistar a una chica, y decía "la creatividad es sabér cómo la vas a conquistar, pero antes tendrás que saber qué le tienes que decir para conquistarla, y eso es la estrategia": la pregunta fue ¿no habría que saber primero donde está la chica? (y eso, señores, es la planificación de medios).

Angel dice: "Digo que esta crisis es una oportunidad que las agencias no podemos desaprovechar, las lógicas restricciones en el volumen y la intensidad de medios utilizados por los anunciantes han de ser compensados con una mayor energía creadora, con mayor talento, con más intenso uso de sus agencias creativas. Con menos dinero en medios, más talento estratégico y creativo, más ideas de negocios eficaces, más agencia. Es el momento en que las agencias debemos ofrecer un servicio renovado, neutral e inteligente, aprovechar la tecnología y las oportunidades de comunicación horizontales para ofrecer a nuestros clientes, nuestra razón de ser, más eficacia; ayudarle a gastar menos con los mismos resultados, dejar de venderle películas (nunca mejor dicho) y venderle ideas que cambien su negocio, ahora en la crisis es más fácil, así lo vemos algunos"

Pero no se trata de invertir menos en medios, sino de invertirlo mejor, las agencias de medios no somos meros gestores entre los anunciantes y las cadenas. Somos mucho más que eso, se trata de conocer más al consumidor, de saber que va a hacer y cómo, de saber qué le gusta, saber donde va a estar; algo que hacemos muy bien las agencias de medios, se trata de que el canal de la comunicación también sea parte de la estrategia. Si tu estrategia y tu creatividad son muy buenas pero desaprovechas los canales, estarás tirando el dinero. Las agencias creativas deben dejar de mirarnos como adversarios y empezar a pensar que también podemos aportar valor a su estrategia comunicativa, empezar a considerarnos publicitarios, porque lo somos.

Empezar a pensar que los medios, por mucho que muchos digan, NO SON SÓLO NÚMEROS

sábado, 22 de noviembre de 2008

La TDT: ese invento de la prensa


Sin ánimo de polemizar me gustaría lanzar una pregunta a mis lectores (sé que no son muchos, pero sí son fieles) ¿cuántos veis la TDT? vale, quizás no seias target de televisión pero preguntadle a vuestros padres, ¿cuántos ven la TDT? y cuando digo verla no me refiero a sintonizarla, me refiero a dedicarle minutos y saber, por ejemplo, el día y la hora a la que emiten algún programa, al igual que media España sabe que los martes hay Gran Hermano.

A la TDT le queda poco menos de un año para empezar a andar sin los ruedines del analógico, y entonces nos daremos cuenta de que no tiene un modelo de negocio definido, un público objetivo al que dirigirse y no tiene un mercado publicitario capaz de mantener todo ese circo. Y con el aliciente de que llegará en lo más profundo de la crisis.

La TDT tiene dos problemas fundamentales, a mi modo de ver: el primero y más grave es que los grandes grupos de comunicación se lanzaron a la adquisición de las licencias con las histeria propia de un corredor de bolsa, y ahora no saben muy bien que hacer con ellas.
El segundo y más preocupante, la TDT ha llegado de forma anacrónica, no sé si muy tarde o excesivamente pronto (antes de que se vuelva a llevar lo retro) pero el caso es que ha llegado sin que nadie lo pidiera. Y nadie lo ha pedido por una razón muy sencilla, los que aún ven la TV se conforman con casi todo y prefieren la TV de toda la vida (ya saben, más vale malo conocido que bueno por conocer), y a los que no les gustaba ya se han buscado las habichuelas y se han movido a otros soportes más flexibles en horario, más adaptados a la movilidad del usuario. Mucho más impaciente por otro lado.

¿Quien verá entonces la TDT? ¿Quién meterá dinero en la TDT si no tienen audiencias por las que canjearlos?


No piensen que soy un ultra defensor del analógico y de la TV convencional, sólo creo que muchos grupos de comunicación se preocupan de darle al consumidor lo que quieren en vez de preguntarse qué es lo que quiere el consumidor.

viernes, 14 de noviembre de 2008

y a tu madre... ¿le gusta lo que haces?

Homenajeando a mi amigo Rafael Chorro, yo también voy a utilizar la segunda persona del singular para dirigirme a ti, querido lector y preguntarte, abiertamente, qué crees que opina tú madre sobre tú profesión.

Hace años (no muchos), cuando yo empezaba a leer revistas del sector, leí al gran Toni Segarra (Garra, garra, ...) escribir que cuando empezó en la profesión ganaba tanto dinero que su madre pensaba que era ilegal: Anuncios mamá, voy a hacer anuncios le contestó él.

Ay, cuanto han cambiado las cosas amigo Toni, los que ahora empezamos en esto somos Neo-Jasp, o como bien definió una amiga, la Promoción Crísis. Una promoción enamorada de esto, y a la que sus padres, a mí en concreto mi madre, ya les ha tirado algún envite para que se plantee una profesión con menos altibajos, o con un sueldo más estándar desde el principio.

Querido lecto, yo no sé si tú te lo has planteado, pero si no lo has hecho, esta noche, o mañana o cuando la veas, acercate despacito mírala de frente y dile: madre ¿qué opinas de mi profesión?

PD. Si la respuesta no es muy dura, puedes ponerla en los comentarios.

martes, 4 de noviembre de 2008

Yo No fuí a los EFI


Llevaba tiempo róndandome la fecha en la cabeza cuando llegarón las invitaciones a la agencia, no a mi nombre por supuesto, pero alguna podía agenciarme. Contacté con gente que iba a ir, me puse guapo desde por la mañana temprano pero al final me quedé en tierra. No, no, dejen de asombrarse, no fui a los EFI y punto.

He de reconocer que la gala del año anterior se me había hecho algo larga, y que ni siquiera era un recien llegado al secor, por lo que me volví de los premios con la misma cara de pardillo con la que había entrado y sin quedarme al cocktail, pero aún así tenía ganas de ir.

Tenía ganas de ir porque siempre ves algún vídeo de presentación interesante, porque habría visto a gente conocida, porque sí me habría quedado al cocktail, y porque si los publicitarios no vamos quien carajo va a ir entonces?

AL día siguiente me enteré de que habían regalado el libro con los casos premiados, un libro que yo, sin saber que se editaba, había echado de menos en mi artículo del año anterior. Así que, ya que tengo un medio de comunicación disponible para pedirlo a los 4 vientos, lo haré. Señores organizadores, Angel Riesgo, o demás presentes a la gala que tengan una copia de sobra por favor, mándenme una (incluso contra reembolso), que de los casos eficaces, siempre se aprende.

Siempre había dicho que yo preferiría ganar un Premio a la Eficacia que un Sol. Este año CICM no pasó a la lista corta, pero todo se andará.