lunes, 25 de enero de 2010

El Exhibicionismo spam

Aunque yo no soy mucho he hablar de redes sociales, entre otras cosas porque hay miles de blogs que lo hacen mejor que éste, esta semana le vuelve a tocar el turno a Facebook (a pesar de que fuera Twitter la que se volcase literalmente con el terremoto de Haití).

La cuestión es que, tras el juego de los sujetadores del que hablamos aquí hace un par de semanas, hemos pasado a un zoco magrebí en el que todo vale, y hemos recuperado una tradición que yo creía erradicada como la peor de las pestes, y más propia del Internet del siglo pasado que de un país que aspira a la madurez digital. 

Señores, hemos pervertido Facebook, hemos extraído la peor parte de un juego ingenioso y con estilo, y la hemos deformado hasta el esperpento, con el agravante de hacerlo en público. Hemos llenado nuestros muros de corazones para apoyar a la gente con Cáncer (creo que hay mejores formas de hacerlo), hemos divulgado que American Airlines llevaría gratis a Haití a médicos y enfermeras, o que los dueños de Facebook donarían un euro por la catástrofe cada vez que alguien lo pidiera en el muro. 

Lo siguiente ya lo conozco, así que por mí se lo pueden ahorrar: Bill Gates repartirá su fortuna (esta vez de verdad), o que hay gente egoísta que tiene más de una cuenta de Facebook y necesitan saber qué usuarios osn activos y cuales no, y un sinfín de etcéteras de sobra conocidos por todos.

Supongo que la gente que nos dedicamos a la publicidad no podemos hablar demasiado alto porque también hemos pervertido no sólo esta red, sino todas las redes sociales, eso sí, eso se merecería un post aparte.

lunes, 18 de enero de 2010

Es un árbol

Supongo que los más mayores del lugar se acordaran de aquel spot en el que se le enseñaba una fotografía a varios adultos que respondían "... es una encina, .... es un nogal, .... es un roble"  para que finalmente una niña resolviera la duda "Es un árbol". Sublime. 


Creo que ese spot representa a la perfección el tema que quiero tratar hoy y que además refleja, en gran parte, el gran problema del sector publicitario en general: Estamos obsesionados con poner nombre a las cosas que ya tienen nombre. Estamos obsesionados con la taxonomía, y la mayor parte de las veces nos olvidamos de la esencia de las cosas. 


Hace poco, leía en un debate de Likedin sobre si el Marketing 2.0 supondría el final de Marketing tradicional, cuestión que, desde mi ignorancia, me lleva a preguntarme si no estamos hablando de lo mismo. Para mí, es como si generamos un debate sobre si el agua con gas acabará con el agua mineral, sin darnos cuenta de que ambas son agua, y de que su función no es otra que paliar la sed. 


Creo que ese ha sido el gran problema de la publicidad y del marketing en los últimos años, el afán por la desintegración, por llamar a lo mismo con diferentes nombres y además intentar monetizarlo. Hemos intentado añadir valor al valor añadido, hemos separado la creatividad de los medios, la creatividad de la estrategia, los medios de la estrategia, y ya por último hemos separado la creatividad online de la creatividad offline y los medios offline de los medios online, es decir, hemos separado la creatividad de la creatividad y los medios de los medios. Deconstrucción en estado puro. Y cuando ya habíamos inventado la deconstrucción publicitaria la hemos deconstruído nuevamente y la hemos llamado integración, 360º, o cualquier otro nombre que en su momento se nos ocurriera. ¿Para qué? para cobrarlo, básicamente. 


Sin embargo en todo este tiempo no nos hemos dado cuenta, de que lo importante, lo que finalmente hacemos se llama publicidad, se llama comunicación y que aquí estamos para vender: más, más caro y a más gente (gracias Ángel, nunca olvidaré esta frase). y también nos hemos olvidado, de que el valor de una empresa de servicios no puede estar en el servicio. Entre otras cosas, porque con tanta desintegración, somos capaces de ofrecer de todo menos servicio. 


Hace algunos meses, cuando aún estaba la agencia, comentaba en petit comité que el departamento de internet no tenía ningún sentido, que estaría mucho mejor si todos supiésemos de todo. A buen seguro estoy de que muchos me tildaron de loco. Ahora, tiempo después, esa agencia ha integrado el departamento de internet con el resto de departamentos. Supongo que, después de todo, han empezado a ver árboles en lugar de encinas. 


jueves, 14 de enero de 2010

Negro (o como descolocar a un chico)

Hoy toca ser sincero y reconocer que no, que para nada me gustó el post que escribí ayer, que tenía otra idea en la cabeza, y que iba a añadir un vídeo que finalmente no he encontrado. Así que si has tenido la mala suerte de leerlo, por favor, recibe mis más sinceras disculpas.


En el artículo de hoy me gustaría reflexionar, espero que con mejor suerte, sobre lo que para mí es el primer gran viral del año, un viral que ha dado y dará mucho que hablar y que, curiosamente, esta vez no está en youtube, y mucho más sorprendente, no es un vídeo. 


Les hablo de la campaña que se llevó a cabo en Facebook para concienciar sobre el cáncer de mama, y de la que los chicos éramos meros espectadores. Al principio, cuando el color se trataba de un hecho aislado, yo no le di importancia, a medida que el NEGRO, fue inundando la página, pensé que podía tratarse de una evolución digital del famoso lazo negro utilizado como repulsa a los atentados de ETA; por lo que corri a revisar las ediciones digitales de los diarios españoles para comprobar que no, y acabar totalmente descolocado. 


Supongo que otros tantos chicos estarían tan descolocados como yo (lo reconozcan o no), y ahora, pasada la tempestad y haciendo balance, hemos de reconocer que la campaña ha sido muy buena. Mucho. Primero por la complicidad que ha generado entre las chicas, segundo porque ha generado que en muchos sitios (como este) se hable (y bien) de ella, y porque ha demostrado que las campañas virales no son sólo vídeos en youtube.


Hoy leía que la mejor forma de publicitarse en Facebook es crear una aplicación, aunque curiosamente, los planificadores online que conozco, reconocen abiertamente que es muy difícil encontrar agencias que hagan buenas aplicaciones para FB, 


En cualquier caso, a falta de buenas aplicaciones, buenas ideas. 





Realities de take away

La ventana desde la que escribo da a un patio interior y no puedo ver la calle, pero el vaho que se forma, me hace intuir que ahí fuera, aún en Madrid, se está acabando el mundo. Es una pena.


Es una pena, porque con este frío, las señoras, esas que últimamente hacen de todo en Facebook, no pueden ir a las rebajas. 


Siempre recuerdo a Sabina "... con sus 20 minutos de fama, retiró a su mamá", mientras las veo en las noticias diciendo que ellas siempre acaban "picando" y comprando algo que no necesitan. Carreras, empujones y sobre todo mucha gente, para un primer día rebajas que, en realidad no existió, ya que las rebajas en Madrid (de donde eran las imágenes que yo vi en las noticias) habían empezado varios días antes que en el resto de España. Curioso.


Siempre he dicho que antes de 2050 todo habremos ganado Gran Hermano, al menos una vez (queramos o no), mientras tanto, siempre podremos ir entrenando en las Rebajas con nuestro minuto de gloria. 

miércoles, 6 de enero de 2010

Día de reyes (II)

Anoche, quizás porque uno ya se siente demasiado mayor para reyes, me acosté tarde, muy tarde, tanto como para escuchar pasos, ruidos y envoltorios al otro lado de mi puerta, en el pasillo. No quise salir.


Esta mañana, quizás porque el catarro me tiene aletargado, he visto la casa llena de regalos sin excesiva ilusión, quizá también por la edad he esperado a que estuviéramos todos y hemos empezado la curiosa ceremonia en silencio, cada uno, más pendiente del regalo del prójimo que del propio, no por envidia, ni mucho menos, si no porque nos puede el voyeurismo. 


Enseguida sabía que no me iban a regalar un Mini, el regalo de estas navidades, que aunque no lo hubiera pedido me habría hecho ilusión. A medida que iba abriendo regalos me iba viniendo a la mente un spot que vi hace algunos años, y he comenzado a mirar a mi madre con recelo, supongo que hice bien en no cruzar la puerta anoche.