jueves, 22 de marzo de 2012

La crisis de los panaderos

Hace no mucho tiempo me contaron la historia de un director financiero al que le sugerían, entre bromas, adelantar la jornada intensiva un par de meses, a lo que el contestó que sí, que el por su parte estaría encantado; quienes le habían hecho la propuesta, extrañados, le preguntaron que por qué (un director financiero siempre va a querer que trabajes más horas por menos dinero). A lo que el rápidamente el respondió: Sí, yo podría la jornada intensiva desde ya, y si la gente se va a su hora a casa, es que entonces sobra gente. 

A mí se me quedó cara de tonto y lo único que se me pasó por la mente fue aquella escena de How I met your mother en la que Robin niega 34 veces a Barney, y éste sólo responde: really?. Eso pensé: En serio???

Y lo pensé no porque un director financiero como aquel pudiera sonar déspota o tiránico; sino porque tengo la sensación de que el sector publicitario se ha vuelto tan ombliguista que se está fagocitando, nos estamos devorando desde dentro por no ser capaces de vernos desde fuera. No sé si alguna vez nos hemos parado a pensar en que todos los de este sector, desde el creativo más irreverente con 100 leones de Cannes, hasta el financiero más cuadriculado, lo único que hacemos es mover dinero de un sitio a otro, nada más, simple y llanamente eso. De  los anunciantes a las agencias, de las agencias a los medios, de los consumidores a los anunciantes. Mover dinero. Cómo carajo vamos a creernos tan sumamente importantes??

Me vino entonces a la mente otra historia que me contaba mi jefe: "Si tu metes a todos los panaderos del mundo en un barco y hundes ese barco, al día siguiente no habría pan, y eso sería una tragedia; pero si tu metes a todos los publicistas en un barco y hundes el barco, al día siguiente seguramente no pasase nada". 

Qué un médico que tenga jornada intensiva y se vaya a su hora en medio de una operación sí puede ser importante, que un bombero se vaya a su hora si puede ser importante; pero que nosotros, humildes movedores de dinero que no velamos por la seguridad de la vida de nadie, no podemos pretender ponernos a su altura, ya digo, es ser demasiado ombliguista. 

Tal vez sería recomendable pensar más en premiar la eficiencia y no la permanencia, y plantearnos que si durante la jornada intensiva se saca adelante prácticamente el mismo volumen de trabajo, quizás lo que sobren son horas, y no al revés. 

Pero qué sabré yo, que nunca fui panadero, que son los realmente importantes. 




martes, 13 de marzo de 2012

Políticas del miedo (II): Securitas direct, qué despropósito!!

Una vez escuché en una película que "tener miedo en la vida es normal, pero que no podemos dejar que el miedo se apodere de nuestras vidas porque entonces no tendremos vida, sino miedo"

El miedo puede llegar a ser irracional, posiblemente una de las emociones más irracionales, por eso, usarlo para vender, me parece ruin, ruin, y mezquino. 

Yo he sido, y seré el primero que defienda que en esta profesión estamos para vender, como decía Ángel Riesgo: más, más caro, y a más gente. Hasta ahí totalmente de acuerdo, pero por donde no deberíamos pasar es por "vender a cualquier precio". Al menos yo, por ahí, no. 

Desde que en 2008 empezó la crisis nos hemos ido llenando de miedos, miedo a perder el trabajo, miedo, una vez perdido, a perder la casa después de haber perdido el empleo, miedo a salirnos del mercado laboral, y seguro que algún miedo más relacionado con nuestra valía profesional. 

Miedos, en definitiva, que desde que empezó la crisis han ido mermando la ilusión personal y la social. De verdad necesitamos, señores de Securitas Direct, que vengan ustedes a meternos más miedo? El miedo de perderlo todo? Si ya sólo podemos perder la ilusión...

No sé si la campaña les estará funcionando, pero deberían preguntarse, si no les da un poco de miedo que les funcione algo así. 


@pmunozvalencia