domingo, 29 de noviembre de 2009

A 3 horas del clásico

A tres hora del clásico me siento frente a mi portátil, al que odio profundamente (los que me conocen saben que no es personal, que odio a todos los portátiles por igual), y me dispongo a sumarme al aluvión de comentarios que se hacen cuando el enésimo partido del siglo se presenta ante nosotros. 


Mi habitación, que parece cualquier cosa menos una habitación, me mira con recelo, porque hoy por hoy necesita más atención que el blog, pero yo, muchas veces, antepongo la devoción a la obligación. Y es que ya lo han dicho la mayoría de los spots, este partido, nadie se lo puede perder. 


A mi el "clásico" me va lo justo, no porque me apunte a la moda cool de pasar del fútbol, que me gusta y mucho, aunque no sea muy moderno, sino porque mi Sporting, de Gijón, ya jugó ayer y tiene los deberes hechos, así que hoy, dentro de 3 horas, me sentaré frente a mi odiado portátil, y veré el partido, solo, como hago la mayoría de las cosas desde que llegué a Inglaterra. 


A todo esto, de qué iba a hablar yo, se preguntarán muchos, iba a hablar de la publicidad que Gol T está haciendo de cara al partido (supongo que si estás leyendo el artículo después del domingo, el vídeo promocional ya no estará), y de lo poco que me ha gustado la misma, por mucho que Sergio (Romero) defienda que, acortándolo a 20" es mejor que la campaña de lanzamiento. 


No, no y no. Desde hace muchos años, los spots de los partidos entre Barcelona y Real Madrid no tienen nada (de nada), y siempre recurren a los mismos clichés: "No te lo puedes perder", "deja todo lo que tengas que hacer para verlo" o "en este partido jugarán todos (los cracks)". Lo mismo, siempre lo mismo. 


Qué conseguiremos así? Nada, ninguna empatía, nada de crear marca, y lo que es peor, acabar tirando el dinero porque sólo nos verá la gente que ya nos iba a ver. 


Eso sí, algún día, puede que no muy lejano, nos demos cuenta de que más importante que este partido lo vean 15 millones de personas, es que de esos 15 arrastremos a alguno nuevo para el partido de la jornada que viene, en la que el partido no será tan interesante. Quizás nos demos cuenta de que el "clásico" puede ser un medio para crear afición, mucho más que un partido en sí, y quizás nos demos cuenta, pero estos es mucho más difícil, que nuestro negocio es vender audiencias todos los días y no vender partidos un día. 


Ahora sí, habitación, te toca. 





miércoles, 25 de noviembre de 2009

Maloserá: Fue regular

Recuerdo que estaba yo comiendo, cuando una compañera, sonrisa maliciosa hecha con pincel fino, me mira y me dice, te voy a proponer un tema, ¿ por qué no hablas del extraño parecido entre el viejo spot de Repsol y el nuevo de Sacyr, ambos de la misma agencia? Porque no acostumbro a hablar de clientes propios, al menos con nombres y apellidos, fue mi respuesta, aunque supongo que en realidad es que no me dejaba el miedo.

Al poco tiempo Repsol convocó un concurso de agencias, según las malas lenguas, por este incidente, Y&R, agencia que llevaba Repsol ni siquiera estaba convocada.

Hoy, además de estos dos casos, quiero añadir uno más, los último de Bap&Conde, para Gadis (Supermercados), dentro de su campaña Vivamos como Galegos. Un spot que me deja a medias, primero porque la primera parte es un calco, tal cual en fondo y forma del spot original de Repsol, vale que han encontrado un insight totalmente distinto, es que si no lo hubieran hecho, sería una burdo plagio, que una cosa es ir en la misma línea, elegir el mismo tono, y otra, muy distinta copiar. 

Yo digo aquí lo que ya he dicho públicamente, si la fórmula Maloserá ya es buena de por sí, si al consumidor gallego ya se lo habían ganado con eso, ¿qué necesidad tenían de alargar y ensuciar un buen spot? Yo no lo sé, 

Para los que hayan visto los spots de los que hablo...




Repsol, Inventemos el futuro, de Y&R: 





Gadis, Maloserá, de Bap&Conde:





Y por último, el Spot de Sacyr que para mí no tiene tanto parecido con Repsol.







domingo, 15 de noviembre de 2009

Comida Amarilla

Déjenme que hoy, después de pedir mis más sinceras disculpas por la no actualización del blog, le copie el título a José Luís Alvite, para hablar, y esto es una novedad, de las marcas ya que aquí no lo suelo hacer mucho. 

Hoy quiero hablar de las "Marcas de Distribución", o mal conocidas por el resto del mundo (y por gran parte del sector como "Marcas Blancas") a las que en esta época de crisis los grandes anunciantes le han declarado la guerra, así que yo hoy voy a hacer de abogado del diablo, aún a riesgo de no volver a trabajar en publicidad en la vida. 

Lejos de ponerme teórico explicando la diferencia entre "marcas blancas" y marcas de distribución sólo voy a decir una (fundamental): Las marcas de distribución si son marcas, y en algunos casos, muchos, también actúan como marca, mejor incluso que algunas conocidas como primeras marcas.

Es cierto, que las primeras marcas son las que investigan, las que innovan y las que tratan de darle al consumidor aquellos productos que necesita, y que mejor se ajustan a sus necesidades. No es menos cierto que algunas de esas marcas tratan de crear una empatía con el consumidor (muchos dirán que en alimentación esto es muy difícil) y algunas, las menos, tratan incluso de entablar una conversación con los clientes

Y las marcas de distribución, no crean también empatía con el consumidor (ahorrémonos el discurso fácil de que sólo se vinculan por el precio)? no establecen diálogos con el mismo (como la revista Consumer)? y como he visto aquí en Inglaterra, no se encargan de cuidar su identidad corporativa mucho mejor que algunas primeras marcas, para que sean  fácilmente reconocibles en el lineal?



martes, 3 de noviembre de 2009

Contigo NO... Bicho (II)

Supongo, que yo soy mucho de suponer, que ahora los señores de Microsoft, han sacado orgullo, o dignidad, o yo que sé que cojones sacan, y contigo no Bicho. Tócate los cojones Mariloli.


Que no, que no habrá product placement, que no es que los señores de Micrsoft no quieran casar a su Windows 7, es que no lo quieren casar con Peter Griffin, dicen, que porque es un maleducado.  Dicho esto, saldaría mi deuda con Sergio (mi amigo) y le daría la razón en que sí, que ya tocaba hablar de product placement, pero el artículo se quedaría muy corto.


Así que lo que uno hace es ponerse a pensar y le da vueltas a esto de product placement, del que ya hablamos aquí en su día, y plantea qué pasaría si algunas marcas lo hicieran aquí con coherencia... qué es preferible la afinidad con nuestro target o que al director de marketing le guste el programa?


Todos queremos que nuestro público objetivo sea alto, guapo y listo (y si es posible que hable idiomas, como en todo), y resulta que nuestro público, que es muy caprichoso, a veces lo es y a veces no, nos queramos o no nos queramos dar cuenta. Y otras muchas, cuando sí es alto y guapo, y listo, y hasta chapurrea algún idioma, nos gustaría que leyese a Saramago, que se lo pasase en grande con Saber y Ganar, y que los domingos se acostase un poco más tarde de las 9 viendo a Eduardo Punset en Redes. Porque no lo neguemos,  nuestro target es como un hijo, y nosotros (vosotros, ellos) directores de marketing, no somos más que madres aspiracionales de esos hijos aspiracionales que no son. 


Cómo nos cuesta en este país reconocer que las cosas no siempre son como nos gustaría, como nos cuesta reconocer que NO; que el hijo de menganita nunca se sacó medicina (MIR incluido) en 3 años y como nos cuesta reconocer que a veces, nuestro target, nuestro poyuelo, elige charlar con Belén Esteban o pasar un rato agradable viendo concursos como Allá tú!


Eso sí, nosotros les seguiremos buscando en Saber y Ganar, en Redes, en Españoles en el Mundo, o donde nos salga de ahí, aunque por el camino perdamos la afinidad y el dinero, eso es lo de menos, porque ya saben, cuando seas padre...