He de reconocer que el tiempo fue más benevolo con nosotros de lo que había predicho el Instituto Nacional de Meteorología, pero aún así llovió de lo lindo.
¿Veremos anuncios en su festival de anuncios, señor? Era la pregunta que muchos nos hacíamos tras pasar el primer día de puntillas por el Kursal y tener, además, problemas con las acreditaciones; así que tuvimos que optar por no asistir a las listas largas, y además saltarnos alguna que otra conferencia a la que me habría gustado asistir. pero a veces el encanto de una ciudad tiene más encanto que el propio festival.
Decía en mi artículo del año anterior que San Sebastian sigue tal y como la recordaba, y puede que sea cierto, sólo que hacía once años que no la visitaba y en esta ocasión la disfruté con otra perspectiva.
El viernes, ya con el tema acreditativo solucionado, asistimos a un par de conferencias, una sobre planificación estratégica (ahora que parece que va a ser mi futuro) y otra sobre comunicación interactiva (que es el futuro de todos). Nada nuevo, la verdad, en la primera cada uno iba a lo suyo y soltando el mismo discursop que llevamos oyendo todo el año, y en la segunda cosas que más o menos ya has visto en youtube o te han pasado por mail.
El gran día llego con el sábado y con la lista corta, aunque también se coló alguno que no merecía ni siquiera llamarse spot, aunque se puede decir que empezabamos a divertirnos dendro del Kursal. Lo mejor llegaba casi siempre del otro lado del charco de manos de Argentina, a pesar de que Brasil y Chile (se se confirma como buen país publicitario tras la sorpresa del años pasado) obtuvieran a la postre alguna estatuilla.
¿La gala? aburrida, gracias. No sé que pasa que es díficil encontrar alguien que monte una gala bien y que haga las 3 horas de duración un poco más llevaderas. Boris Izaguirre, presentador de la misma, hacía esfuerzos por dinamizarla, pero la verdad que se hacía difícil no mirar el reloj. La mayor parte del tiempo nos la pasamos viendo a la gente de Shackleton, ya que se hicieron con 18 galardones en total. *S.C.P.F. que éste año se había llevado el EFI por Bruce Lee, ha logrado el Gran Premio de TV, quizas el más importante, -porque no olvidemos que este sigue siendo un festival tradicional- con su pieza para IKEA, "en el salón no se juega". El resto del palmarés se puede visitar aquí, por cortesía de Anuncios.com, ya que no quiero ser tan aburrido como lo fue la gala.
De la cena de clausura no voy a hablar, porque mi memoria no alcanza a recordar todo lo que comimos y lo bueno de aquellos platos, pero que esperabamos, si estabamos en San Sebastian.
¿Veremos anuncios en su festival de anuncios, señor? Era la pregunta que muchos nos hacíamos tras pasar el primer día de puntillas por el Kursal y tener, además, problemas con las acreditaciones; así que tuvimos que optar por no asistir a las listas largas, y además saltarnos alguna que otra conferencia a la que me habría gustado asistir. pero a veces el encanto de una ciudad tiene más encanto que el propio festival.
Decía en mi artículo del año anterior que San Sebastian sigue tal y como la recordaba, y puede que sea cierto, sólo que hacía once años que no la visitaba y en esta ocasión la disfruté con otra perspectiva.
El viernes, ya con el tema acreditativo solucionado, asistimos a un par de conferencias, una sobre planificación estratégica (ahora que parece que va a ser mi futuro) y otra sobre comunicación interactiva (que es el futuro de todos). Nada nuevo, la verdad, en la primera cada uno iba a lo suyo y soltando el mismo discursop que llevamos oyendo todo el año, y en la segunda cosas que más o menos ya has visto en youtube o te han pasado por mail.
El gran día llego con el sábado y con la lista corta, aunque también se coló alguno que no merecía ni siquiera llamarse spot, aunque se puede decir que empezabamos a divertirnos dendro del Kursal. Lo mejor llegaba casi siempre del otro lado del charco de manos de Argentina, a pesar de que Brasil y Chile (se se confirma como buen país publicitario tras la sorpresa del años pasado) obtuvieran a la postre alguna estatuilla.
¿La gala? aburrida, gracias. No sé que pasa que es díficil encontrar alguien que monte una gala bien y que haga las 3 horas de duración un poco más llevaderas. Boris Izaguirre, presentador de la misma, hacía esfuerzos por dinamizarla, pero la verdad que se hacía difícil no mirar el reloj. La mayor parte del tiempo nos la pasamos viendo a la gente de Shackleton, ya que se hicieron con 18 galardones en total. *S.C.P.F. que éste año se había llevado el EFI por Bruce Lee, ha logrado el Gran Premio de TV, quizas el más importante, -porque no olvidemos que este sigue siendo un festival tradicional- con su pieza para IKEA, "en el salón no se juega". El resto del palmarés se puede visitar aquí, por cortesía de Anuncios.com, ya que no quiero ser tan aburrido como lo fue la gala.
De la cena de clausura no voy a hablar, porque mi memoria no alcanza a recordar todo lo que comimos y lo bueno de aquellos platos, pero que esperabamos, si estabamos en San Sebastian.
1 comentario:
Hola Pedro,
salvo alguna conferencia capaz de sorprender a especialistas en sorprender, y la exposición de gráfica, el kursaal es más bonito desde fuera. mi mejor recuerdo de sanse es el restaurante Urepel (menú degustación a cargo de la empresa), donde me emocioné más que viendo los soles de oro que se repartían los jurados (lo de Lado C del año pasado fue de escándalo). En fin, San sebastián es absoliutamente deliciosa, haga o no Sol (qué juego dan estos premios, eh?) . Bueno Pedro, no nos conocemos, pero suerte con lo que hagas.
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