lunes, 4 de febrero de 2013

El problema son las expectativas

Hace poco, mi amigo Sergio fue al cine a ver Django, la última película de Tarantino, llevaba más de una semana insistiendo para ir, estaba realmente ilusionado. No le gustó, salió renegando de la película y de Tarantino, a pesar de que al resto de amigos le había gustado; él era el que más enfadado estaba, pues era quien más expectativas había depositado en la película.

Por eso, querido 2013, no deberías extrañarte de que no te haya escrito una carta de bienvenida como hice con tu compañero 2012, porque ya no espero nada de ti, bueno ni de ti ni de nadie. Porque cuando no esperamos las cosas, acabamos siendo mucho más agradecidos.

De tu compañero 2012 lo esperábamos todo; los que trabajamos en publicidad llegó incluso algún momento en el que creímos que la inversión publicitaria (eso que mide la salud de la profesión) no se desplomaría especialmente, por aquello de que había Eurocopa y Juegos Olímpicos, pero ni con ésas, a pesar de que la Selección Española se proclamó campeona, la inversión en TV se ha desplomado en 2012, tanto que las cadenas han tenido que tirar los precios para poder mantener la ocupación (hasta donde yo sé). 

De 2012 esperábamos también que fuera el año de la revolución móvil, y aunque lo ha sido, porque la penetración de los smartphones ya es una realidad palpable, la inversión publicitaria está a años luz de los medios tradicionales y cómo decía Eduardo Madinaveitia en su conferencia en Revolution TV utilizando palabras de Gramsci "lo viejo ha muerto y lo nuevo no termina de nacer", así que 2012 también nos decepcionó un poco en eso. 

Ahora, las expectativas de los panelistas del Zenith Vigía (que también coordina Eduardo) están puestas en Abril de 2014, fecha estimada para la salida de esta crisis del arco iris después de haber sufrido, eso sí, una caída de la inversión publicitaria del 18% en 2012 (según datos de Arce Media) y de un 7% más en 2013 (según los propios panelistas). 

Amigo 2013, no te sientas ofendido si esta vez no yo no espero nada de ti, he decidido no tener expectativas, así todo lo que traigas, lo consideraré como un regalo; para este 2013 ni siquiera he hecho propósitos, ésa sería una forma de tener expectativas, y te estaría condicionando, cosa que no pretendo. 

Por mi parte nada más; que tengas un buen año. 2013  
Un saludo. 




@pmunozvalencia 

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