miércoles, 21 de abril de 2010

Rafael Chorro: "Publicidad encubierta y telepromociones, ¿dónde está la cámara?

Asisto cada vez con más asombro al desarrollo de la publicidad encubierta y de las telepromociones en nuestro país. Recuerdo que al principio nos hacía incluso gracia ver como la familia Martín, en “Médico de Familia”, pasaba la mayor parte de su tiempo en una cocina en la que no había lugar para las marcas blancas: leche Puleva, cereales Kellogg ´s, zumos Don Simón, etc. 

Poco o nada tardaron el resto de series en copiar esta peculiar forma de emplazamiento de producto, especialmente su sucesora natural:  “Los Serrano”, que además de seguir ubicando envases y logotipos de forma “oculta” fue más allá al reproducir dentro de su trama argumental una imitación de un conocido spot de Coca Cola en la que se mostraba también el refresco en cuestión (admito que este anuncio encubierto me gustó).



Ello le costó una denuncia de la Asociación de Usuarios de la Comunicación,  pero el daño (o el guiño, según se vea) ya estaba hecho. No obstante a Telecinco parecen importarle más bien poco las denuncias, y es que la cadena ha sido sancionada recientemente con 470.000 euros por emisión reiterada de publicidad encubierta..

Por otra parte hace ya tiempo que “disfrutamos” de telepromociones realizadas por los propios actores de las series a la vuelta de los anuncios,  justo antes de reanudarse la emisión del capítulo. Estas estrategias -más propias de la televisión en blanco y negro que de la época de las pantallas de plasma y la publicidad 3.0-, consiguen sonrojarme, lo admito. Hacen que me sienta avergonzado sólo por el hecho de mirar a la pantalla mientras son emitidas. Para colmo no se trata de un fenómeno que se conforme con residir únicamente en las series, sino que también ha saltado a la mayoría programas y concursos, cuyos presentadores, cual vídeos programados para empezar grabar a una determinada hora, anuncian de forma “robótica” los múltiples beneficios del producto que en suerte les ha tocado alabar. La situación es más ridícula aún cuando dicha telepromoción se realiza en directo y sale rematadamente mal, como le ocurrió a Mercedes Milá en Gran Hermano, quedando tanto ella como el producto en muy mal lugar.


Cuando observo en pleno 2010 este tipo de estrategias realizadas por marcas de prestigio y con un gran presupuesto para publicidad, no puedo evitar sentirme como Jim Carrey en el Show de Truman. Me repito una y otra vez que esto no puede ser cierto, que todo debe formar parte de una broma de cámara oculta, y que cuando acabe, si es que acaba, gozaremos de publicidad creativa, rompedora y MODERNA, porque medios y cabeza tenemos para conseguirla.

Agradezco  a Pedro la oportunidad que me ha dado de escribir en el tercer aniversario de este blog. Espero que cumpla muchos más…
Saludos

1 comentario:

Pedro Muñoz Valencia dijo...

Amigo Rafa, tengo que pedirte disculpas por tardar tanto en comentar y en darte las gracias personalmente. Sabes que eres bien recibido en los próximos aniversarios, y siempre que quieras colaborar, que talento te sobra.

Hablando de talento, no sé hasta que punto estoy de acuerdo con una de tus últimas frases "medios y cabeza nos sobra"; Y tiempo? yo creo que las grandes ideas salen con tiempo y en la publicidad del día a día no se deja el suficiente, y si no dejamos el suficiente tiempo es que igual no tenemos tan buena cabeza como creemos.

Publicidad moderna y rompedora, la tendremos, tiempo al tiempo.

Un abrazo.