Supongo que los más mayores del lugar se acordaran de aquel spot en el que se le enseñaba una fotografía a varios adultos que respondían "... es una encina, .... es un nogal, .... es un roble" para que finalmente una niña resolviera la duda "Es un árbol". Sublime.
Creo que ese spot representa a la perfección el tema que quiero tratar hoy y que además refleja, en gran parte, el gran problema del sector publicitario en general: Estamos obsesionados con poner nombre a las cosas que ya tienen nombre. Estamos obsesionados con la taxonomía, y la mayor parte de las veces nos olvidamos de la esencia de las cosas.
Hace poco, leía en un debate de Likedin sobre si el Marketing 2.0 supondría el final de Marketing tradicional, cuestión que, desde mi ignorancia, me lleva a preguntarme si no estamos hablando de lo mismo. Para mí, es como si generamos un debate sobre si el agua con gas acabará con el agua mineral, sin darnos cuenta de que ambas son agua, y de que su función no es otra que paliar la sed.
Creo que ese ha sido el gran problema de la publicidad y del marketing en los últimos años, el afán por la desintegración, por llamar a lo mismo con diferentes nombres y además intentar monetizarlo. Hemos intentado añadir valor al valor añadido, hemos separado la creatividad de los medios, la creatividad de la estrategia, los medios de la estrategia, y ya por último hemos separado la creatividad online de la creatividad offline y los medios offline de los medios online, es decir, hemos separado la creatividad de la creatividad y los medios de los medios. Deconstrucción en estado puro. Y cuando ya habíamos inventado la deconstrucción publicitaria la hemos deconstruído nuevamente y la hemos llamado integración, 360º, o cualquier otro nombre que en su momento se nos ocurriera. ¿Para qué? para cobrarlo, básicamente.
Sin embargo en todo este tiempo no nos hemos dado cuenta, de que lo importante, lo que finalmente hacemos se llama publicidad, se llama comunicación y que aquí estamos para vender: más, más caro y a más gente (gracias Ángel, nunca olvidaré esta frase). y también nos hemos olvidado, de que el valor de una empresa de servicios no puede estar en el servicio. Entre otras cosas, porque con tanta desintegración, somos capaces de ofrecer de todo menos servicio.
Hace algunos meses, cuando aún estaba la agencia, comentaba en petit comité que el departamento de internet no tenía ningún sentido, que estaría mucho mejor si todos supiésemos de todo. A buen seguro estoy de que muchos me tildaron de loco. Ahora, tiempo después, esa agencia ha integrado el departamento de internet con el resto de departamentos. Supongo que, después de todo, han empezado a ver árboles en lugar de encinas.
6 comentarios:
Creo que tu viaje a la bretañas te ha permitido ver las cosas de lejos, y eso ayuda a ser tan claro, certero y preciso como las palabras que he leído en este post. Gran post. En definitiva, nuestro sector es como nuestra actividad. Siempre se usará el RE: reinventar, redefinir, replantear, reorganizar... o el mal uso del "re": remunerar, reflexionar...
Un resaludo.
José Luis, muchas gracias por tus palabras. No sé si ha sido mi viaje a tierras inglesas o simplemente el hecho de no estar tan metido en el día a día de la agencia. Supongo que el no poder apartar la vista del trabajo diario y propio es lo que nos impide realmente ver el verdadero horizonte de lo que hacemos.
He sido muy pedante, lo sé y lo siento.
pedrito,
un post.... de puta madre!
El día que dejes de ser pedante te dejaremos de leer :-P
Sergio, si hace un par de meses dijiste que eras un tío sin criterio, ahora no puedes decir que mi post es de puta madre, porque entonces no me ayudas nada. En cualquier caso, yo valoro tu opinión.
Aída, gracias por pasarte de nuevo por aquí, te diría que intentaría no ser pedante aun a riesgo de que me dejes de leer, pero siempre acaba saliendo parte de esa pedantería innata. Sorry.
Ni caso, falsa modestia, es un tío con muchísimo criterio (porque si no no sé dónde me dejaría eso a mí, jajaja!).
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