miércoles, 9 de septiembre de 2009

Zapatero... a tus zapatos.

Lo mío con este señor es una cosa extraña, nunca le he querido, pero tampoco me he atrevido a odiarle, siempre he pensado que era un oportunista, un listo, e incluso un don nadie, pero he leído cosas de él que me han llevado a profesarle cierto respeto.
 
Risto debutó a lo grande, a la vuelta de vacaciones y en el acces prime time, y Risto lideró el día; con más de un 20% de cuota, que ya le habría gustado a Dña Carmen Alcaide y a sus Guaypauts. Pero Risto no es tele, y se nota.
Vi, por casualidad, que no sabía que se estrenaba, el debut de Risto, y vi un programa falso, aburrido, con un Mejide muy perdido y fuera de su papel. Señor Risto, no es lo mismo criticar a un triunfito indefenso que se merece la crítica, que conducir un programa de media hora, donde las ironías, como mínimo, hay que rebuscarlas un poco más. Ironías simples, manidas, previsibles. Risto estaba descolocado Risto no es tele, y se nota. Alguien que le pone a su agencia Aftershare.tv y que ya no cree en esto de la tele, no puede acabar en ella, es una autotraición. Risto no eres tele.
En su debut fue líder por la novedad, el segundo su cuota de pantalla ya había caído 4 puntos y aunque no he seguido mirando datos estoy seguro de que habrá perdido algo más.
Risto, por qué no nos centramos en encontrar la esencia de lo que realmente somos, y dejamos los flirteos con la fama para las belenes esteban y cármenes de mairena de turno, para quien realmente los necesite.
Seguro que nadie lo agradecerá tanto como tú mismo.

1 comentario:

José Luis García dijo...

Lo mejor que puedo decir es que no tengo nada que decir. Suscribo cada coma que has escrito. Y añado detalles de mal gusto en esa "pseudoironía", que parecen esconder un desesperado intento por polemizar y ganar notoriedad a cualquier precio...
Pues eso, una cosa es la crítica documentada (no seria), y otra echarse unas risas con coñas previsibles de zapero como el que se toma unas cañas en el bar...
pena penita pena