Es cierto que hace tiempo escribí aquí sobre mi preferencia de una televisión autonómica cerrada a una televisión autonómica privatizada; pero no es menos cierto que desde el sábado, día del cierre definitivo de la Radio Televisión Valenciana, tengo sentimientos encontrados.
Sentimientos encontrados porque no podemos permitir que se pague un ERE con fondos públicos para luego colocar la entidad, libre de cargas, a algún amigo afín al partido; Ante esta situación mi cabeza y mi corazón siempre pedirán el cierre. Pero sentimientos encontrados porque el cierre de Canal Nou supone un nuevo mazazo al sector publicitario, un sector, dicho sea de paso, que ya lleva años en estado comatoso.
Al igual que ocurrió con la retirada de la publicidad de RTVE (única que ofrecía desconexiones territoriales tras la llegada de la TDT) muchos anunciantes regionales se verán obligados a prescindir de la TV como medio para alcanzar a sus públicos objetivo. Qué significa esto? Lo lógico sería pensar que otros medios (de carácter regional) como diarios, exterior y radio, adsorberán la inversión que ya no podrá ir a la TV, pero la experiencia dice que lo más probable es que esa inversión al final se acabe perdiendo. Y si esa inversión se pierde, se perderán también puestos de trabajo. A los parados que ha dejado en el camino el cierre de RTVV habrá que sumar en poco tiempo todos aquellos que se deriven de la falta de actividad comercial. Un desastre. Cómo me voy a alegrar de eso!?
Y sentimientos encontrados por lo que, desde mi punto de vista, supone la instrumentalización de un medio de comunicación con fines políticos, algo que se ha hecho toda la vida, tanto de un lado como del otro; pero que por primera vez se hace a cara descubierta. Lo de RTVV ha sido un claro, “pues el balón es mío, y si no jugamos como yo digo, me lo llevo”. Lo peor de todo es que ha sentado precedente, González ya ha anunciado que si el ERE de Telemadrid se declara nulo, la autonómica de Madrid seguirá los pasos de la valenciana.
Y la verdad es que en el sector no estamos como para que se lleven muchos más balones.